Esta presa, probablemente la pieza de carne más noble del cerdo ibérico se embucha. Primero se adoba en frío con pimentón, ajo, sal. Se trasiega cada día para que el adobo penetre por igual en todas las piezas. Se llenan a mano en tripa natural, que la aísla y hace que su proceso de maduración sea lento, procurando un producto jugoso, veteado y de carne oscura. Su sabor es intenso y muy profundo. Y el recuerdo es persistente. Este producto termina su maduración en secaderos y sótanos naturales, procurando una maduración lenta y respetuosa.
Sin aditivos, es un producto apto para celíacos y compatible con cualquier dieta. El Lomo de Presa Ibérico de bellota también se presenta envasado en latas de kilogramos. Esto le confiere un sabor especial, más gourmet, al pararse su maduración en su propio aroma. Abrir una lata de lomo o de lomito es una experiencia sensorial única, el olor concentrado de un secadero natural lleno de lomos en curación.