1929

1929 es una fecha señalada. Para nosotros también lo es. Es la fecha en la que nuestro abuelo se independizó de su familia para crear su propia fábrica de jamones y embutidos ibéricos.

Somos cinco generaciones, que tienen sus raíces de productores asentadas en el siglo XIX. Perdidas en generaciones que ya no podemos trazar. En 1929, nuestro abuelo Gabriel, como se hacía en la época, decidió emprender su vida comercial en solitario, aprovechando los conocimientos adquiridos junto a padre, hermanos… Casado, su nueva aventura aprovechó una tradición familiar que cristalizó en los Productos Castaño Macías. Una nueva familia, una nueva empresa con ilusiones renovadas. El mismo producto: jamones y embutidos ibéricos artesanales de la mejor calidad.

La fábrica en funcionamiento en los años 40

La fábrica en funcionamiento en los años 40.


Nota de envío de productos de 1937

1955

Castaño Macías, marca registrada

El 8 de septiembre de 1955 se cursa la solicitud de registro de la marca en propiedad. Productos Castaño Macías queda registrada a nombre de su fundador.

Aviso publicitario autorizado por la compañía de correos. 1954


Documentos mercantiles. Sevilla. Mayo 1957.

1957

Viuda de Gabriel Castaño Macías

En 1957 Carmen Chaparro, ya convertida en Viuda de Gabriel Castaño Macías, queda al frente de la empresa familiar.

En la nota circular de precios de la campaña 1957-58 se comunica este hecho mediante la inclusión de un “recurso gráfico”, costumbre de la época: un crespón negro presidiendo la portada de la comunicación.

Carmen Chaparro, Viuda de Gabriel Castaño Macías en la fábrica


Portada de la Circular de Precios de chacinas ibéricas. Campaña 1957-58

Años 70 y 80

La profesionalización del sector

En los años posteriores a la transición, en el periodo de convergencia con Europa, el sector de la elaboración de productos ibéricos sufre una transformación.

Esta transformación, en nuestra familia, coincide con la entrada de una nueva generación. Gabriel y José conviven con los tiempos en los que llegan grandes cambios: el uso del frío de mantenimiento, los controles de calidad, el cambio en los packaging, las normativas de confluencia con Europa…

Con un mismo sentido: criar y sacrificar el mejor ganado ibérico para la elaboración de jamones, paletas y embutidos ibéricos de bellota de forma artesanal.